Todos nosotros damos
por hecho que para realizar cualquier práctica deportiva es recomendable que
nuestro cuerpo se encuentre en el mejor estado de forma física posible, sea
cual sea el deporte que hayamos elegido.
Independientemente de
lo intenso que resulte la especialidad deportiva concreta, de la frecuencia con
que la practiquemos, de nuestro nivel de juego/rendimiento actual, de nuestra
edad, o de nuestras expectativas de mejora… lo realmente importante es que
nuestro estado físico resulte como mínimo adecuado o proporcionado a lo que
nuestro deporte nos está demandando realizar.
Todos damos por hecho
que el juego del golf es un deporte y además su práctica nos apasiona. ¿Pero
realmente prestamos suficiente atención a si nuestro estado físico es el
adecuado?. Por supuesto que no todos necesitamos necesariamente “entrenar mucho físicamente”, pero sí debemos
hacerlo de manera correcta y proporcionada.
Los programas de
entrenamiento físico para jugadores de golf se planifican (frecuencia e
intensidad de las sesiones, contenidos, objetivos, etc…) de manera muy
diferente según el tipo de persona: evidentemente no se prepara igual al jugador
de alto nivel competitivo que a un novel, o a un jugador discapacitado, o a un
jugador senior igual que a un infantil o a un junior, o a una persona
completamente sana como a otra que padece una dolencia o se encuentra en
proceso de recuperación de una lesión…
… Entonces ¿por qué
razón, sea cual sea nuestro nivel de juego o edad, o nuestras
expectativas, deberemos prestar atención
a nuestro entrenamiento físico?. La
mayoría de nosotros para evitar
lesionarnos o alejar la posibilidad de padecer una lesión, y todos, sin
excepción, para intentar conseguir lo que nos mueve a continuar practicando
nuestro deporte favorito: para MEJORAR.
La mejora constante en el juego del golf es el principal
objetivo de cualquier jugador, incluidos los que dicen que “yo sólo vengo a disfrutar del campo, del
sol y luego a almorzar”, o “eso del
entrenamiento físico es para los jóvenes, que yo ya no tengo edad”…
Según estudios y estadísticas,
existe una elevadísima tasa de lesiones relacionadas con el juego de golf,
especialmente en la espalda baja (dolor lumbar y otros) y afectaciones diversas
en muñeca-antebrazo-hombro como las tendinitis… Algunas lesiones están
relacionadas con el swing de golf (biomecánica-secuencia de movimiento) y otras
tienen su origen en disfunciones físicas (inadecuado o insuficiente
entrenamiento físico).
Las características
mecánicas del swing de golf ejercen repetidamente sobre los segmentos corporales (especialmente columna vertebral, espalda baja y pelvis) niveles elevados de estres.
Si la biomecánica del
swing no es correcta el jugador
aumentará los niveles de tensión en su cuerpo generando compensaciones y
errores en el patrón de movimiento. Si a
ello unimos deficiencias o limitaciones físicas además se multiplica el riesgo
de padecer una lesión.
Mejorando adecuadamente
cualidades físicas como la flexibilidad o la fuerza, la estabilidad, la
movilidad, el equilibrio, la potencia, (entre otras) lograremos que las partes
del cuerpo que durante la secuencia de movimiento del swing de golf deban estar
estables, permanezcan estables, y que las que deban tener mayor movilidad, la
consigan para que nuestro swing de golf sea más eficiente y además alejemos el
riesgo de lesión.
El profesional del
deporte especialista en entrenamiento físico para jugadores de golf conoce qué
articulaciones del cuerpo requieren movilidad, qué músculos deben ser fuertes y
flexibles y qué segmentos corporales deben ser capaces de permanecer estables
para que tu swing de golf sea más eficiente al corregir las disfunciones
físicas que lo condicionan. Sabe qué ejercicios son más apropiados para tu
nivel de competencia actual y para tus expectativas de mejora. Y dispone de los
materiales e instalaciones adecuadas a tales propósitos.
Todo esto te lo brinda Masía De Las Estrellas a través del FITCLUB, una instalación ubicada a pie de campo especialmente dotada con todo lo necesario para comprender el principio de conexión cuerpo-swing. Con nosotros aprenderás a moverte, a girar y desgirar sin pérdida de ángulos manteniendo el plano del swing, a disociar y a ser físicamente más estable, y por tanto a lograr un swing más contundente.
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